Reconfigurar el lenguaje para transformar la realidad

En los procesos de fortalecimiento o reconstrucción de los tejidos sociales a causa de diferentes situaciones de conflicto o violencia, es muy común escuchar decir a muchos colectivos o personas el “querer darle voz a quien no tiene voz”, buscando de esta manera una “construcción de lazos sociales” que faciliten la convivencia fomentando de esta manera el trabajo individual o colectivo para contribuir a la generación de una cultura de paz. Pero ¿Qué tan cierto es eso de darle voz a quien no tiene voz?

 ❝ Darle oídos al que no quiere escuchar ❞  

Las organizaciones que buscan el restablecimiento de los derechos humanos deberían tener en su filosofía, no el darle voz a quien no la tiene, sino más bien, darle oídos al que “no quiere escuchar”. La novelista Charlotte Brontë decía “el interés del que escucha estimula la lengua del que habla”, esto permitirá que se generen espacios de diálogo constructivo. 

Es importante porque así se podrán encontrar alternativas que permitan generar interés en quienes aún no se suman a los procesos que aportan a la transformación social de nuestro mundo, creando de esta manera una sociedad diferente, justa y con oportunidades para todos.